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¿Cuál es el mejor aditivo para radiador? 6 consejos para elegir el producto para su cliente

Aditivos Valeo
El líquido refrigerante tiene un papel directo en la durabilidad y el rendimiento del motor. Por eso, elegir el mejor aditivo para radiador no es solo una cuestión de color o marca, sino de protección contra el sobrecalentamiento, la corrosión y las fallas mecánicas que pueden comprometer piezas como el radiador, la bomba de agua y la válvula termostática.

En el mercado, existen diversas opciones, cada una con una formulación específica. Además de la variación en la composición y el tiempo de cambio, no todos los productos son compatibles con todos los motores. Ignorar estos factores y optar solo por el precio o la apariencia del líquido puede ser un error costoso.

¿Quieres evitar problemas y garantizar la elección correcta? Aquí tienes seis consejos para encontrar el mejor aditivo para radiador y mantener el motor a la temperatura ideal.

¿Cuál es el mejor aditivo para radiador? 6 consejos para elegir

La elección del aditivo correcto influye directamente en la eficiencia del sistema de refrigeración y en la conservación del motor. Con tantas opciones en el mercado, es importante considerar la composición, la compatibilidad y las recomendaciones del fabricante para evitar problemas como sobrecalentamiento y corrosión. Aquí tienes seis consejos esenciales para elegir el mejor aditivo para el radiador y garantizar la protección adecuada del vehículo.

Presta atención al tipo de aditivo para radiador

Los aditivos se clasifican en tres tipos: orgánicos, inorgánicos e híbridos. Los inorgánicos utilizan inhibidores de corrosión convencionales y son más indicados para vehículos antiguos. Los orgánicos ofrecen protección prolongada, siendo recomendados para motores modernos, especialmente aquellos que tienen componentes de aluminio. Por otro lado, los híbridos combinan ambas tecnologías para adaptarse a diferentes tipos de sistemas. Además de la formulación, es importante verificar si el producto cumple con las normas técnicas y con el tipo de motor del vehículo. Usar un aditivo incompatible puede comprometer la eficiencia de la transferencia de calor y acelerar el desgaste de los componentes.

Consulta las recomendaciones del manual del vehículo

El manual del propietario especifica qué aditivo usar en el radiador, indicando la composición más adecuada para el sistema de refrigeración. Seguir la recomendación evita problemas como la formación de depósitos y la reducción de la capacidad de disipación de calor. También es necesario considerar la compatibilidad del aditivo con los materiales del sistema, como el aluminio, el hierro y el cobre. Mezclar productos con formulaciones diferentes puede generar reacciones químicas no deseadas, comprometiendo la protección contra la corrosión. Para garantizar la mejor elección, opta por productos confiables, como el aditivo para radiador Valeo, que está diseñado para cumplir con los estándares de calidad exigidos por el mercado.

Busca opciones con protección anticorrosiva

Un buen aditivo para radiador debe ofrecer más que solo protección contra la corrosión. Debe ser anticongelante y antifervura para garantizar que el motor funcione a la temperatura correcta en cualquier condición climática. Sin estas propiedades, el líquido puede perder eficacia y comprometer la durabilidad del sistema. Para ello, el producto debe contener monoetilenglicol (MEG) en su composición. Este componente es responsable de la protección térmica, evitando el congelamiento a bajas temperaturas y la ebullición en condiciones de calor intenso. Existen aditivos que solo son anticorrosivos, pero sin MEG, lo que no ofrece la protección completa que necesita el sistema de refrigeración. Antes de comprar, verifica la formulación para asegurarte de adquirir un producto verdaderamente eficaz.

Entiende la duración del producto

Los aditivos de refrigeración tienen diferentes tiempos de cambio, dependiendo de la tecnología utilizada. Los inorgánicos suelen tener una vida útil más corta, con necesidad de sustitución cada 30,000 km o 1 año. Los aditivos orgánicos ofrecen mayor durabilidad, con intervalos de cambio promedio de 60,000 km o 2 años. Los híbridos combinan ambas tecnologías y pueden variar según las recomendaciones del fabricante del vehículo. Además del tiempo indicado para el cambio, es importante observar signos de deterioro del líquido. Si la coloración cambia a tonos marrones o anaranjados, puede ser un indicio de impurezas o desgaste de los aditivos activos. En tales casos, la sustitución debe realizarse lo antes posible para evitar daños al motor.

Busca productos que cumplan con las normas de la ABNT

Para garantizar la eficacia y seguridad, el aditivo para radiador debe cumplir con las normas técnicas establecidas por la ABNT. Las principales referencias en Brasil son las normas NBR 13705 y NBR 14261, que definen los requisitos para la fabricación de aditivos y soluciones de refrigeración. Los productos que cumplen con estas especificaciones pasan por pruebas rigurosas y aseguran la protección adecuada contra la corrosión, congelamiento y sobrecalentamiento. Además de las normas nacionales, algunos productos siguen estándares internacionales, como la ASTM D3306, que establece criterios adicionales de calidad. Utilizar un aditivo que no cumpla con estas normas puede comprometer la durabilidad del sistema de refrigeración y aumentar el riesgo de daños al motor. Antes de comprar, verifica en la etiqueta si el producto cumple con estas regulaciones.

No elijas solo por el precio más bajo

La calidad del aditivo influye directamente en la protección del motor y la vida útil de los componentes del sistema de refrigeración. Algunas opciones en el mercado pueden parecer más ventajosas por el precio, pero no siempre ofrecen la formulación adecuada. Muchos productos baratos son solo anticorrosivos y no contienen monoetilenglicol (MEG), esencial para la protección térmica del motor. Optar por un aditivo de bajo costo sin verificar su composición puede resultar en gastos mayores con mantenimiento y reemplazo de piezas. Lo ideal es elegir un producto de calidad comprobada, como el aditivo para radiador Valeo, que cumple con las normas técnicas y ofrece una protección completa para el sistema de refrigeración.

¿Por qué debo usar aditivo para radiador?

Como se mencionó, elegir el mejor aditivo para radiador implica analizar la composición, la durabilidad y la compatibilidad con el sistema de refrigeración. Pero, ¿por qué es tan importante usar este producto?

Protección del sistema de refrigeración

El líquido refrigerante circula por diversas piezas metálicas del motor, que están sujetas a corrosión con el tiempo. El aditivo contiene inhibidores que evitan la formación de óxido y depósitos que pueden obstruir los canales internos y reducir la eficiencia de la transferencia de calor. Además, un aditivo de calidad impide la formación de burbujas de aire y residuos en el sistema, asegurando una circulación más eficiente. Sin esta protección, componentes como el radiador, la bomba de agua y la válvula termostática pueden sufrir desgaste prematuro, lo que resulta en mantenimiento frecuente y costos elevados.

Mejora del control de temperatura

La temperatura del motor debe mantenerse dentro de un rango ideal para evitar daños a las piezas. Por eso, algunos aditivos para radiador contienen monoetilenglicol (MEG), que eleva el punto de ebullición del líquido refrigerante y reduce el riesgo de sobrecalentamiento. En climas fríos, también actúa como anticongelante, evitando que el agua en el sistema se congele y cause daños internos. De este modo, el motor funciona de manera más eficiente, sin fluctuaciones bruscas que puedan comprometer su rendimiento o incluso causar fallas mecánicas.

¿Cuándo y cómo cambiar el aditivo?

El cambio del líquido refrigerante debe seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo, teniendo en cuenta el kilometraje y el tiempo de uso. Además, señales como el cambio de color del líquido y la presencia de residuos indican que se debe realizar la sustitución. Para hacer el cambio correctamente, sigue estos pasos:

Verifica el manual del vehículo: en él encontrarás información sobre el período recomendado para el cambio y la especificación del aditivo.

  • Espera a que el motor se enfríe: abrir el depósito con el sistema caliente puede causar quemaduras y daños a las piezas.
  • Drena el líquido antiguo: retira todo el fluido del sistema para evitar la mezcla con el nuevo aditivo.
  • Limpia el sistema de refrigeración: los residuos y las impurezas pueden comprometer la eficacia del nuevo líquido.
  • Añade el nuevo aditivo en la proporción correcta: sigue las recomendaciones del fabricante sobre la dilución y usa siempre agua desmineralizada.

Elimina el aire del sistema: enciende el motor y deja que el líquido circule para eliminar las burbujas de aire, asegurando la eficacia de la transferencia térmica.

Si tienes dudas o necesitas un servicio más preciso, es recomendable consultar a un profesional para garantizar que el cambio se realice de manera segura.

¡Conoce la línea de aditivos Valeo y haz la mejor elección!

Para garantizar la máxima protección del motor, Valeo ha desarrollado la línea Valeo Protect, que cumple con las normas ABNT NBR 13705 y 14261 y el estándar internacional ASTM D3306. Los productos ofrecen protección contra la corrosión, el congelamiento y la ebullición, preservando el sistema de refrigeración y prolongando la vida útil de los componentes.

La línea Protect convencional utiliza inhibidores de corrosión inorgánicos, siendo una opción eficiente para vehículos fuera del período de garantía. Por otro lado, la línea Protect Ultra cuenta con tecnología orgánica de larga duración, con protección garantizada por hasta 240,000 km.

Ambas líneas contienen monoetilenglicol (MEG) de alta pureza, esencial para mantener la temperatura del motor estable y evitar daños causados por variaciones térmicas.

Accede al sitio web de Valeo y conoce todos los detalles sobre la línea de aditivos de refrigerante Valeo Protect.